ICO son las siglas de “Initial Coin Offering”, que en castellano se traduce como “Oferta Inicial de moneda”, y es el término usado por las empresas cuando salen a la bolsa a ofrecer acciones a los posibles inversores a cambio de dinero.
Es también una herramienta de recaudación de fondos para negociar futuras criptomonedas a cambio de criptomonedas ya existentes de valor líquido inmediato, como el Bitcoin.
Puede definirse también como la forma de adquirir cupones digitales emitidos sobre una blockchain (cadena de bloques) similar a la que sostiene la tecnología Bitcoin, lo cual facilita hacerlas intercambiables, pero que a diferencia de las acciones tradicionales, no otorga derechos de propiedad.
¿Cómo funciona una ICO?
Antes de comenzar a definir como trabaja una ICO, es bueno aclarar el significado de la palabra “token” y su función dentro de una ICO. Token es la representación de una cadena alfanumérica como un ticket que transporta información a través de las redes de cadenas de bloques con la tecnología de Blockchain.
Con una ICO se inicia un proyecto de recolección de dinero emitiendo cierta cantidad de cripto-activos o tokens sobre una plataforma de cadenas de bloques “blockchain” que ya existan, como en el caso de Bitcoin y se le entregan a los inversionistas a cambio de bitcoins, o de, en algunos casos, dinero fiduciario como dólares o euros.
La operación es realizada usando contratos inteligentes encargados de automatizar el proceso de distribución de tokens bajo los requerimientos del dueño de la ICO, de tal forma que al cumplirse la condición de pago se asigna y se envía de forma automática la cantidad de tokens a la cartera del inversionista.
El proceso de participación en una ICO incluye el registro previo del cliente, un estimado de la inversión, y su colocación en el sitio web para realizar la compra del criptoacivo, o sea, del bitcoin que estamos tratando.
Riesgos de participación en una ICO
Un riesgo que se corre es que ese tipo de operaciones no estén reguladas y sí siendo utilizadas para actividades delictivas. Otro de los riesgos que se corre es que el proyecto no salga bien y que las monedas que se entreguen no valgan nada, especialmente cuando se invierte en un proyecto empresarial.
Ventajas de participación en una ICO
Para los inversores individuales se tiene la ventaja de poder financiar directamente empresas muy innovadoras. Normalmente el canal habitual de financiamiento de proyectos no suele estar disponible para inversores particulares o empresas pequeñas, solamente para grandes empresas.
Otra de las ventajas consiste en que los autores de la criptomoneda no tienen que lograr financiamiento por el canal habitual como bancos o inversores en capital riesgo, lo cual hace que se puedan lograr mejores condiciones.