El Bitcoin fue la primera criptomoneda en ser creada hace casi una década, y desde entonces ha fungido como un activo digital útil para los usuarios, de modo que todas las transacciones sean llevadas a cabo por medio de una cadena de bloques sin necesidad de intermediarios ni reguladores.
Gracias a esto, no solo los mineros de Bitcoin tienen libertad de hacer con su oro virtual lo que deseen sin rendir cuentas a una entidad supervisora, sino que tienen la opción de rastrear hacia dónde se dirigen sus giros una vez que abandonan sus wallets.
Implementación del Bitcoin para ayuda humanitaria
El huracán Irma, que estuvo activo desde el 31 de agosto hasta el 11 de septiembre de 2017 y arrasó con muchos de los sitios que se encontró a su paso (La Antigua y Barbuda, Saint Martin, Anguila, Islas Turcas, Caicos, Bahamas, Cuba, nueve estados de EE.UU., entre otros), causó daños a lo largo de 650 millas.
Este fenómeno cargado de caos y destrucción resultó en 134 muertes, miles de heridos, ciudades totalmente destrozadas y pérdidas millonarias para las naciones afectadas, por lo que las donaciones no se hicieron esperar para ayudar a los sobrevivientes, quienes quedaron sin refugio, alimentos, agua potable, etc. De este modo, las organizaciones de caridad recabaron efectivo e implementaron el uso de bitcoins y blockchain para poder socorrerlos.
En ese entonces, la criptomoneda más famosa había alcanzado los $ 7,000 por unidad; teniendo en cuenta que inició el 2017 con un valor un poco inferior a los $ 1,000, puede decirse que tuvo un año estupendo. Por otra parte, este aumento puede ser una consecuencia positiva del reconocimiento y uso de personas individuales, empresas y, más recientemente, instituciones de beneficencia.
¿Por qué es beneficiosa esta implementación?
En primera instancia, la inclusión de las criptomonedas como método de pago para obras de caridad es una manera de ampliar la cantidad de donaciones potenciales, pues cualquier aporte en beneficio de ayudar a quienes lo necesitan es bueno.
Por otra parte, muchas de las organizaciones benéficas han sido señaladas debido a escándalos recientes y a las personas les cuesta creer que todas las instituciones de este tipo son de fiar. “Ha habido numerosos escándalos en los que las donaciones de caridad terminan siendo utilizadas para costos operativos”, explicó Andreas Antonopoulos, un experto en Bitcoin, “es muy difícil ver a dónde va una donación, pero esta alternativa podría cambiar esta situación”.
Es por ello que con el uso de este sistema como método de aporte, se tiene la ventaja de que hay mayor transparencia en las transacciones, debido a que se realizan a través de una cadena de bloques y existe un registro que puede ser de dominio público. Esto quiere decir que, al ser registradas las transacciones en un libro contable inmutable y distribuido públicamente, es inalterable y verificable por medio de un mecanismo de seguimiento que garantiza la mayor transparencia posible.