Las caídas y subidas del Bitcoin no son ajenas a nadie en el mundo, no al menos desde el 2017, en el que de menos de mil dólares por unidad, llegó hasta los 19 mil dólares por unidad, una cifra muy elevada que despertó el interés de muchos inversores y economistas, así como activó la alarma de muchos gobiernos del mundo.
Uno de ellos, el de China, que prohibió de manera total la minería de esta moneda en su territorio, una medida que debilita a su ciudadanos en el tema económico al quitarle ingresos extras que fortalecían sus ingresos de manera constante, incluso cuando el gasto en energía era mayor. Sin embargo, a modo de precaución, se decidió prohibirlo de manera inmediata y esto ha generado nuevas dudas en el mundo.
¿Podrá el mundo bloquear el BTC en conjunto?
Un frente global, un bloque sólido contra el BTC no sería descabellado dados los últimos movimientos que se han presentado en el globo, ya que medidas como las de China, no se miden en población sino en granjas de minería, estando la mayor cantidad en ese país. Al prohibir esto, se ralentiza el proceso de compra/venta de esta moneda, así como su fabricación y avance en transacciones, pero lejos de encarecerla, lo que se logró fue abaratar el costo de la misma y por ende restando confianza.
Por lo tanto, en caso de querer unirse para desaparecer el BTC, es más que posible que en efecto muchos bloques o gobiernos se logren unir para hacerle frente al Bitcoin de manera definitiva, con regulaciones y prohibiciones que demarquen esta moneda como algo lejano, desterrado, poco fiable.
¿Tendría ventajas? Es probable, pero lo cierto es que esta moneda demuestra un proceso transparente en el que los comerciantes delimitan el valor de su moneda y el alcance de la misma.
Es importante recordar que el mundo sin normas no funciona y que la legalidad de un billete, corresponde al respaldo del mismo, de ahí las fluctuaciones en las monedas del planeta, con el dólar y el euro a la cabeza gracias a las reservas que poseen, algo que sin duda es parte importante del mundo actual. Pero de la misma manera, estas monedas en muchas ocasiones son parte del problema, al tener cambios considerables que responden a evolución, necesaria evolución, pero una competencia poco equitativa y poco sana, en la que la igualdad de condiciones no existe en determinados casos.